La sensual danza conocida como «La Champeta» fomenta las relaciones sexuales entre adolescentes, según sus detractores. El edil colombiano quiere erradicarlo de escuelas y actos públicos.
En Barzuto Social Club de Cartagena de Indias, Colombia, se puede escuchar música en vivo, comer arepas y aprender a bailar champeta, el baile que quieren alejar de los chicos en ese país por fomentar el sexo entre jóvenes.
La polémica sobre la champeta se da porque uno de sus pasos, el caballito, se caracteriza por un abrir y cerrar de piernas que según sus detractores “fomenta las violaciones y los embarazos adolescentes”.
Este ritmo, de raíces africanas y jamaiquinas, fue discutido por los políticos de Cartagena en el Concejo de la ciudad. Y Antonio Salim Guerra, concejal del partido conservador Cambio Radical, planteó a fin de 2015 -antes de las elecciones- que se prohíba bailar champeta a los niños y niñas cartageneros en colegios y actos públicos porque sus sensuales pasos podrían provocar una “erotización traumática” que conllevaría a “generar un ambiente propicio para la pedofilia y la explotación sexual infantil”.
“No es un baile”. “No se puede llamar baile al roce y a los golpes de genitales”, dijo en pleno debate, César Pión, de la coalición que lidera el presidente colombiano Juan Manuel Santos, Partido de la U. “Eso no está contemplado en ninguna herencia cultural de origen africano, como algunos quieren hacer ver”, agregó.
La champeta se está abriendo camino en el mundo como antes lo hizo la bachata de la mano de Romeo Santos. “Cheerleader” es un hit de YouTube (tiene más de 400 millones de reproducciones) interpretado por el cantante jamaiquino OMI, donde se ve claramente a las bailarinas haciendo el caballito, aunque con un ritmo menos colombiano.
Desde artistas colombianos de fama local hasta Shakira y Juanes, todos promueven el champeteo por no encontrarle relación alguna con el abuso infantil.
El senador Armando Benedetti Villaneda, también del Partido de la U, dijo que le parece una decisión anacrónica la de su colega porque “la gente no va a dejar de hacer el amor porque alguien prohíba la champeta” e instó a buscar mejores fórmulas para la educación sexual.
Entre los habitantes de Cartagena, hay quienes cuestionan que el Concejo le dé más importancia a un baile popular de la cultura caribeña y no a temas más críticos como la pobreza en la ciudad, pero el “perreo” más sexy se viraliza en las redes sociales.