El año 2015 se convirtió en el más cálido para la Tierra desde que comenzaron los registros climáticos hace 136 años, según un informe anual divulgado hoy por la NASA y la Administración de Océanos y Atmósfera de EE.UU. (NOAA, por su sigla en inglés).
La temperatura de la superficie terrestre y oceánica de la Tierra se situó 0,9 grados centígrados por encima de la media registrada durante el siglo XX, que es de 13,9 grados centígrados, según el estudio.
De hecho, 2015 fue 0,13 grados centígrados más caluroso que 2014, el año que marcó el anterior récord de mayores temperaturas, según la Agencia Espacial Estadounidense (NASA).
Los nuevos datos son «significativos» al ser el segundo año consecutivo en el que se baten todos los récords de calor desde 1880, cuando comenzaron los registros, según destacaron hoy los científicos Thomas R. Karl, de la NOAA, y Gavin Schmidt, director del instituto Goddard de la NASA para estudios espaciales.
«No es algo sin precedentes. Ya se registraron récords consecutivos en diferentes años, como 1940 y 1941, así como 1988 y 1989, entre otros», apuntaron los científicos, quienes alertaron de que «si se alcanza un nuevo récord de temperaturas en 2016, entonces sí se marcaría un importante precedente».
Hace meses, científicos de diferentes partes del mundo comenzaron a predecir temperaturas récord debido al fenómeno de El Niño, que en 2015 causó el «caos» en todo el mundo con sequías en el sur de África, inundaciones en América del Sur y olas de calor en la India, entre otros devastadores acontecimientos, según la NASA.
No obstante, el nuevo estudio insiste en que la causa principal de este récord de temperaturas es el calentamiento global, al que la NASA responsabiliza del aumento en un grado de la temperatura media del planeta desde finales del siglo XIX.
Durante 2015, la temperatura promedio de la superficie terrestre también se incrementó, situándose 1,33 grados centígrados por encima de la media del siglo XX, y superó el récord anterior alcanzado en 2007 y nuevamente en 2010, cuando la temperatura terrestre aumentó 0,25 grados centígrados.
Según el estudio, el incremento de las temperaturas afectó especialmente a América Central, la mitad norte de Sudamérica, partes del norte, sur y este de Europa, el oeste de Asia, amplias zonas de Siberia, así como otras del este y sur de África.
También se han visto influidas grandes zonas del noreste y centro del Pacífico ecuatorial, así como gran parte del oeste del Atlántico Norte, la mayor parte del Océano Índico y partes del Océano Ártico.