Los ecuatorianos, por cultura, no leen la tabla nutricional. Las empresas educan a la población sobre el tema desde que entró en vigencia el etiquetado.
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La aprobación del reglamento del etiquetado para 10.102 productos de alimentos y bebidas procesados que se venden en Ecuador, misma que el pasado 29 noviembre cumplió su fecha tope de plazo, ha motivado a que se desarrollen programas de educación que enseñan a los ciudadanos a leer la información nutricional de las etiquetas.
Y es que el contenido alto en: grasa, azúcar o sodio plasmado en las etiquetas “tiende a alarmar a los consumidores” que no leen la tabla nutricional sino que, preferentemente, se fijan solo en los colores, dicen microempresarios como Tania Idrovo, quien cuenta que sus productos se reparten en tiendas y, por ser lácteos, casi todos llevan la etiqueta alto en grasa y en sodio.
“Al principio temiamos una baja en las ventas, porque, por ejemplo, en lácteos como el queso dice alto en grasa… pero la gente no ha dejado de consumir, pero sí educamos a los tenderos sobre los nutrientes”, comenta.
Según la nutricionista María Mata, quien es la vocera de una campaña de capacitación de una industria de lácteos, la población ecuatoriana, por cultura, no acostumbra a leer el contenido nutricional de los productos. “Por ello recorremos los medios, escuelas y colegios enseñando a leer las etiquetas, pues no solo podemos basarnos en los colores, sino en los porcentajes de los ingredientes”, dice la nutricionista.
MÁS DATOS
Todas las etiquetas de los productos vienen acompañadas de una información y el valor en porcentajes, que al final del día se suma.
