Estilo de Vida

Te damos algunas ideas para remodelar el cobertizo que casi no usas

Mucha gente tiene un cobertizo en el jardín que no usa para nada. Es posible que guarden las palas y rastrillos en otro lugar o que su jardín no sea suficientemente grande para necesitar estas herramientas. Lo cierto es que no tiene sentido dejarlo vacío, ya que su espacio puede aprovecharse de muchas maneras.

En este artículo hemos elaborado una lista con algunos de los usos que podemos dar a un cobertizo viejo y oxidado.

Rincón de yoga

Los amantes del yoga pueden convertir su cobertizo en un espacio ideal para la práctica de esta doctrina. Hacer yoga en casa es muy fácil y no requiere mucho espacio, sobre todo si se practica de forma individual. Basta con una esterilla, unos bloques y unas cintas.

Para aquellos que estén empezando, recomendamos hacer los ejercicios con algún video de YouTube de guía. Para ello, es necesario disponer de conexión a internet en el cobertizo. Lo ideal sería que la señal de Wi-Fi llegara hasta allí, pero, si no, siempre se pueden utilizar los datos del celular.

Finalmente, para conseguir una experiencia realmente zen, no puede faltar algún elemento decorativo inspirado en el yoga. De hecho, un buen papel pintado, un vinilo o un póster podrían darnos una sensación de relajación instantánea al entrar en este espacio.

Oficina

Con el auge del teletrabajo, mucha gente se ha visto obligada a montar una oficina en su propio hogar. Si no disponemos de un despacho en casa, el cobertizo puede convertirse en la solución ideal. Tendremos la sensación de salir de casa, el desplazamiento hasta la oficina es cortísimo y podremos disfrutar de todas las ventajas del teletrabajo. Además, podremos dormir hasta más tarde y entrar en casa a hacernos un café.

Los cobertizos suelen tener el tamaño ideal para montar una oficina casera. Podemos abrir una claraboya en el techo para no depender únicamente de la luz artificial. Eso sí, es necesario que llegue la corriente o hará falta instalar un generador eléctrico.

En cuanto a mobiliario, se necesita un escritorio, una silla y una computadora (basta con llevar el portátil); en función de nuestra actividad, es posible que necesitemos también una impresora, un escáner o una fotocopiadora.

Sala de ocio

Si necesitamos un lugar para relajarnos, una sala de ocio puede ser una opción excelente. Podemos convertir el cobertizo en un espacio para el disfrute personal. Debido a su tamaño, lo más probable es que no podamos meter todo lo que queramos, así que habrá que escoger bien: billar, futbolín, tenis de mesa… Si el espacio es muy reducido, podríamos optar por una versión reducida de las opciones anteriores, de las que se colocan encima de una mesa.

Otra buena opción sería una diana de dardos: las hay a precios muy asequibles y son fáciles de instalar. O quizá podríamos dejarnos llevar por la nostalgia e instalar una máquina recreativa de las de antaño.

Los amantes de los juegos de mesa lo tienen más fácil: solo necesitan una estantería para almacenarlos y una mesa pequeña para jugar. De hecho, una mesa es útil para todo tipo de juegos: desde juegos de mesa sencillos hasta juegos de azar como el póker o el blackjack. No es lo mismo que jugar en un casino de lujo, pero siempre es mejor que jugar solo al blackjack en línea.

Bar

Para aquellos que sepan disfrutar de un buen cóctel, proponemos convertir el cobertizo en un bar. Podemos almacenar vinos, licores, cervezas y refrescos e incluso instalar una barra para preparar los combinados. Ni siquiera es necesario disponer de electricidad, ya que podemos conseguir el hielo de casa. Ahora bien, si el cobertizo dispone de energía eléctrica, lo ideal sería instalar un refrigerador. No se nos ocurre mejor uso que este si tenemos un jardín amplio y nos gusta invitar a la gente en verano.

Gimnasio

Para aquellos a los que les gusta hacer ejercicio, disponer de un gimnasio propio es realmente útil. Podríamos instalar una cinta de correr o una bicicleta estática, aunque quizá bastaría con un conjunto de mancuernas y bandas de resistencia. Se puede usar el espacio para entrenamientos HIIT o para levantar pesas. Tal como proponíamos con el rincón de yoga, podemos crear nuestra propia sesión de entrenamiento o seguir en línea los ejercicios de algún instructor.

Sala de juegos infantil

Si queremos que nuestros hijos disfruten de un espacio propio, podríamos montarles una sala de juegos. Podemos potenciar el juego simbólico y montar una casita con cocina y salón para que organicen fiestas con sus peluches.

También podemos usar el cobertizo para guardar los juguetes y liberar espacio en casa. O cubrirlo con una sábana vieja y convertirlo en una cueva. Las posibilidades son infinitas, y a los niños les encantará que dejemos volar la imaginación y creemos un espacio de ensueño.

Sala de música

Si tenemos un músico en el hogar, el cobertizo puede convertirse en un buen local de ensayo. A veces, tocar un instrumento en casa puede resultar muy molesto para el resto de las personas que viven en ella, por lo que disponer de un cobertizo insonorizado puede convertirse en nuestro mejor aliado.

Lo único que necesitamos para transformar un cobertizo en una sala de música es una iluminación excelente (una claraboya sería ideal, pero basta con buena luz artificial), un atril para sujetar las partituras y, por supuesto, un instrumento. Antes de dar el paso, debemos asegurarnos de no molestar a los vecinos: la flauta puede que no sea un problema, pero soportar un ensayo de batería mientras nos relajamos en el jardín no es plato de buen gusto.

Pues, ya está: siete usos alternativos al cobertizo. ¡Transformemos y aprovechemos el espacio!

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