Existen muchos estudios sobre la influencia de factores climáticos en la transmisión y propagación de la Covid-19. En un inicio se habló sobre cómo la temperatura, la velocidad del viento, la humedad y la radiación UV podían incidir en el contagio.
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Sin embargo, luego de ocho meses de ser considerada como pandemia, la ciencia ha aclarado mitos alrededor de la Covid.
Temperaturas elevadas disminuyen la propagación del virus
En cuanto a esta idea, los estudios son contradictorios. Múltiples factores inciden: densidad poblacional, capacidad para diagnosticar la enfermedad o momento de la pandemia en que se recolectó la información.
A mayor velocidad de viento existe mayor diseminación del virus
Incluso, se la asocia con una mayor asociación con presentación de cuadros gripales y neumónicos. Al respecto, tampoco existe una idea clara.
Por ejemplo, un estudio realizado en 30 provincias en China no muestra que el viento tenga relación significativa alguna con el número de casos confirmados.
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De su lado, en Irán, se reporta una relación negativa entre la velocidad de viento y el número de casos confirmados. La evidencia científica en este sentido es limitada y poco concluyente.
En lugares más húmedos hay menor incidencia de coronavirus
En cuanto a esta premisa, la realidad es que la humedad influye en el comportamiento del virus.
Sin embargo, un estudio que analizó 144 países, reportó una asociación débil entre la humedad y la progresión de la pandemia. (11)
La transmisión de infecciones mediante gotitas respiratorias y aerosol es la que se encuentra relacionada estrechamente con la humedad en el aire.
Cuando la humedad es más baja, la estabilidad de la membrana de virus respiratorio es mayor, haciendo que aumente la viabilidad y capacidad de transmisión.
La humedad no influye en la transmisión por contacto directo o mediante fómites, por lo tanto, solo contribuye parcialmente en de transmisión del SARS-CoV2.
La radiación UV mata al coronavirus
El mito señala que cuando llega el verano y aumenta la radiación solar, el virus disminuirá o incluso desaparece.
Si bien existen estudios controlados en laboratorio que demuestran que la radiación UV disminuye la carga viral del SARS, estos estudios son realizados bajo condiciones específicas y estables en cuanto a distancia, intensidad y longitud de onda.
En un análisis estadístico ajustado para temperatura y humedad relativa, se encontró que la radiación UV no estaba asociada significativamente a la tasa de incidencia acumulada de nuevos casos.
A pesar de que la radiación UV aumenta en el verano, la exposición del virus a la misma en el medio ambiente depende de muchas otras variables.
Sin embargo, un estudio encontró que el número de casos acumulados eran más altos cuando la índice de radiación UV alcanzaba 2.5 y disminuían gradualmente cuando el índice UV era de 3.5.
Estos resultados no deberían ser analizados como factores de riesgo para la disminución de las infecciones comunitarias por COVID19, sino como intervenciones de control urbano de la epidemia como medidas de esterilización de ambientes comunes para reducir el contagio entre la población.
Revisa el estudio completo en COVID19EC, portal de información de la UIDE.