Actualmente, ningún adulto sano considera que debería suplementarse, pero tras una evaluación de su alimentación, observamos que la dieta no es suficiente debido a malos hábitos, y eso aplica a cerca del 90% de la población ecuatoriana, indicó Denisse Durango, licenciada en Nutrición Humana.
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Dependiendo de la edad, los requerimientos vitamínicos varían. Cada etapa, como el preescolar, escolar, adolescentes y adultos, necesitan un complemento específico para el crecimiento óseo, formación de tejidos cerebral y musculares, entre otras funciones orgánicas.
Hablamos de las vitaminas del complejo B, Zinc, Vitamina A y D, que pueden proporcionarse a través de la suplementación desde el año de edad hasta los últimos años.
Según indica la experta, los estándares de la OMS señalan claramente cuál es la dosis para cubrir las diferentes necesidades, por lo que los productos que están disponibles en el mercado están diseñados específicamente para ello.
En casos específicos, entre 14 a 18 años, las necesidades aumentan debido a su desarrollo y se diferencia entre hombres y mujeres. Entre el adulto joven y medio, la dosis recomendada de vitaminas puede variar en mínimas cantidades. También varían en embarazo y lactancia.
Diversas tomas
Para menores de 3 años se encuentran soluciones diluidas e incluso se maneja así hasta los 8 años. Las personas sanas, de 18 a 65 años de edad, el estándar es una cápsula diaria.