Patricio Nardi pertenece a esta nueva generación de tatuadores, quienes utilizan las últimas tendencias en tecnología, con la finalidad de que esta sea una experiencia placentera, y no cargada de dolor o mitos como solía ser décadas atrás.
“Ahora el tatuador es un artista. Te ofrecemos un trabajo con conocimiento de arte plástico, profesional y de nivel clínico”, indicó, mientras preparaba mi brazo para plasmar una flor, que combina lo lineal y el puntillismo, dos técnicas destacadas de Nardi.
Mientras tanto, me indicaba que el “dolor” al momento en que la aguja realiza el trazo, la compleja curación y cuidados, ya no corresponden a la realidad. El dolor viene de una época donde los máquinas de trabajo eran calibradas a mano. Ahora, la tinta y las agujas son de calidad óptima y estéril, los motores de las máquinas no suenan, los compuestos vienen con fecha de caducidad, entre otros aspectos que propician una rápida curación y, sobretodo, que la experiencia sea placentera”.
De ahí una rápida explicación de por qué más gente se tatúa. “La gente más famosa que ves en medios, te aseguro que tiene mínimo un tatuaje”, indicó Nardi.
Sin embargo, la estética juega un papel clave. Mientras reflexionaba si mi elección fue acertada, ya que la mayoría de los casos, la gente opta por un tatuaje de identificación personal o que le de sentido de pertenencia, como el nombre de sus hijos, rostros de su familia, mascotas, entre otras; Nardi me explicó que yo soy parte de una nueva tendencia: la de consumir un tatuaje como arte.
“Hay personas que son más arriesgadas o escogen temáticas que van con su filosofía de vida, actividades y pasatiempos. Responde a una necesidad de “gustar como se ve y como queda ese tatuaje en mí”. «Por qué no decirlo, también te da estatus, ya que esto dependerá del lugar y del artista que escojas para este fin».
Todo esto, mientras la flor en mi muñeca quedó lista para ser fotografiada y subida a redes sociales, junto a otros trabajos de este artista quiteño, quien a sus 15 años supo que el tatuaje sería su forma de vida.
CONSIDERACIONES PARA REALIZAR UN TATUAJE SEGURO
- El estudio debe tener los permisos al día, del Ministerio de Salud Pública, carné ocupacional, como constancia de que el local está debidamente organizado y apto para atender gente.
- El estudio debe contar con cabinas, separado de lugar de espera del lugar del tatuador.
- Contar con un portafolio físico donde puedes ver los trabajos del artista para que estés seguro del tatuaje.
- El instrumento debe estar sellado. El tatuador debe usar guantes y las superficies deben estar cubiertas.
- La máquina debe contar con aislamiento y debe ser esterilizable, de acero cromado, fácil de limpiar.
- Las superficies deben ser de metal o acero cromado para evitar infecciones.
- Las agujas deben ser desechables y eliminadas en un contenedor especial.
Cuidados:
Evitar exponer la zona al sol, piscinas, no consumir alcohol durante algunos días son los cuidados básicos.
Se puede donar sangre (siempre y cuando el procedimiento se haya realizado con asepsia. La tinta se queda en la dermis por lo que no pasa al torrente sanguíneo.