«Es imposible para cualquier padre comprender cómo alguien pudo hacer lo que le hizo a su hijo pequeño e inocente”.
Esa frase grafica sin duda la estupefacción de la fiscalía de Colorado (EEUU) a la hora de la lectura del veredicto que condenó a un hombre a 20 años de prisión luego de que intentara matar a su bebé de dos años y medio.
Nathan Weitzel de 31 años manejaba su vehículo por una de las calles de la ciudad, aceleró a más de 120 kilómetros por hora y se estrelló deliberadamente contra un grupo de autos estacionados para terminar con la vida del bebé, indica el Denver Post.
El sujeto sentó a su hijo en el asiento trasero de un sedán Acura sin ningún tipo de protección y en el momento del impacto el menor voló en el interior, lo que terminó causándole una conmoción cerebral, varias fracturas y un corte en la cabeza por el que le tuvieron que poner 20 puntos.
Cuando Weitzel fue consultado por el juez acerca de su desequilibrado acto, aseguró que “ser padre era una gran responsabilidad y no creía ser lo suficientemente hombre como para criar un hijo”, señala el New York Post.
Además, el hombre relató que decidió matarlo “mientras lo veía jugar en el parque” y admitió haber consumido cocaína previo al choque.
En un primer momento Weitzel pensó en alegar demencia, pero finalmente aceptó el cargo de intento de asesinato en primer grado por lo que recibió los 20 años, además de 5 de libertad condicional una vez que deje la prisión.