Después de un arduo día de trabajo muchos sacan una cerveza del refrigerador, se “desparraman” en el sillón y prenden la tele para hacer un zapping interminable.
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Eso es lo que estaba haciendo Igor Alekseev, pero nunca se imaginó que algo tan común le terminaría cambiando la vida.
El hombre puso las noticias y se quedó helado cuando vio un reportaje sobre una redada policial en un burdel de Ufá, en Rusia, señala RT.
Una de las prostitutas era nada más y nada menos que su esposa, y luego de superar la impresión se dio tiempo para revisar los distintos sitios que ofrecían sexo.
“Casi todos los sitios de prostitutas tenían una foto de su amada esposa en una variedad de poses y con ropa sexy”, asegura REN TV.
La mujer cobraba 260 dólares por toda la noche y la mitad por dos horas de compañía.
Al día siguiente, Igor se presentó ante un juzgado para pedir el divorcio luego de 8 años de un feliz matrimonio y la custodia de su hija.
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La Corte finalmente le entregó el cuidado de la pequeña y ahora el hombre está tratando de que su ex esposa pierda todos los derechos que tiene como madre de la pequeña.