Es algo que siempre me he preguntado, he visto a varios hombres tocándose su entrepierna, a otros que les gusta estarse rascando sin importar dónde ni con quien se encuentren. Hasta me ha tocado verlos rascarse sus partes y oler sus dedos después de hacerlo, ya sea de manera inconsciente o para molestarse unos a otros.
Al parecer la ciencia tiene una explicación un poco interesante al respecto. Pero para empezar, hay muchas teorías en todo el internet donde comentan que algunas de las razones por la cuales los hombres pasan su mano por ahí, es porque buscan acomodar su pene, porque llegan a tener erecciones involuntarias, por un simple signo de virilidad, entre otras más.
Pero, ¿por qué hacen de esto un ritual “rasca-huele”?
Usuarios en Reddit han empezado a hablar del tema sin miedo, argumentando que es una cuestión de places personal, pues les gusta el olor:
Otro que también lo ha confesado, pues al parecer es algo común y que no muchos se atreven a decir:
¿Te identificas con estas historias? ahora te explicamos el porqué lo haces.
Según la revista MEL Magazine, aparentemente todos los hombres lo hacen y ¡algunas mujeres también! Por ello, le preguntaron al bio-psicólogo Nigel Barber, quien por fin ha revelado este misterio.
Según Barber, ni la higiene ni la curiosidad por saber qué huelen sus partes son la razón de este hábito. El teoriza que los hombres huelen sus dedos para sentirse más vivos.
“Dudo que sentir nuestros propios olores o feromonas esté relacionado con la higiene”, dijo a MEL Magazine. “En cada caso, la percepción de uno mismo puede elevar el estado de ánimo y aumentar el autoestima.”
Como conclusión a esta pregunta…
“Olfatear el olor a tus partes es tranquilizador, porque solidifica el hecho de que eres un ser humano, uno que crea un olor único, aunque probablemente nadie más lo apreciaría”.
Ahora, creo que el ex futbolista y director técnico alemán Joachim Löw, buscaba siempre sentirse vivo con este hábito. Pues el mundo del futbol estuvo muy pendiente de todos sus hábitos desagradables, incluyendo el rascarse sus partes y olerse la mano después de hacerlo.
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