Estilo de Vida

¿Cómo es la vida de hombres con microfalosomía?

A la microfalosomía  se le define como un pene con una longitud corta, menos de 7 centímetroes. También se le llama micropene. Este problema afecta a alrededor de 0.6 por ciento de los hombres.

El sitio vice conversó con hombres que sufren de microfalosomía. Incluso, un especialista aseguró que este problema se puede diagnosticar desde la infancia y que esto puede causar problemas de depresión y baja autoestima.

Incluso, una cirugía podría no tener los resultados deseados y menos mejorarán los problemas de salud mental.

Poca intimidad en el matrimonio 

Jack, de 29 años, contó que su pene «mide entre 7cm y 9cm cuando está erecto. Pero cuando está flácido mide menos de 2.5 cm». Él, a los 11 años descubrió que tenía ese problema.

Cuando Jack fue consultado sobre cómo se siente con el tamaño de su pene dijo que «hay una chica que siempre dice ‘Mi hermano de dos años lo tiene más grande que tú'».

Para el joven, tener microfalosomía representa «una discapacidad en ciertos aspectos. Pero la mayoría de los chicos con penes pequeños lo compensan en otras cosas. Es como si se dieran cuenta de que tienen una desventaja».

Jack está casado desde hace cinco años, y según él, tiene más de dos meses sin tener intimidad con su esposa. «Cuando era más joven, tuve depresión y un par de intentos de suicidio (…) He tenido problemas que, según yo, solo enfrentan los que tienen microfalosomía».

Aspiran a un tamaño ideal

Para Francisco, 23 años, le gustaría que su pene midiera 12 centímetros. Él confesó que el tamaño de su miembro es un dificultad sexual.

«Mi pene es demasiado pequeño para ciertas posiciones. Por ejemplo, no puedo tener sexo de pie. De hecho, solo hay tres posiciones que puedo hacer bien: Misionario conmigo arriba, misionario con ella arriba, de perrito y ya. Son las únicas posiciones en las que puedo lograr la penetración», dijo.

Sobre la masturbación, Francisco dijo que  podría ser difícil «cada ciertos días. No es necesariamente difícil, solo es diferente del hombre promedio. Tengo que sostener mi pene con las yemas de mis dedos la mayor parte del tiempo».

Lo que piensa Francisco de las cirugías es que «descubrí que la mayoría no funcionan y las que sí cuestan un ojo de la cara».

Con información del sitio vice.

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