La permanencia prolongada en lugares extremadamente fríos puede quebrar los mecanismos de regulación térmica de perros y gatos sanos. En los cachorros y perros viejitos se observa una mayor sensibilidad a las bajas temperaturas debido a deficiencias en la regulación térmica, con lo cual inclusive, la exposición al frío por breves período puede dañar al animal.
Una alimentación adecuada es particularmente importante para aquellas mascotas que viven a la intemperie (al aire libre) porque necesitan producir más energía para tolerar la baja temperatura. No es necesario darle ningún suplemento adicional, al menos que lo indique el veterinario por algún problema de salud.
A más de proporcionarle a su mascota una dieta balanceada, asegúrese que siempre tenga agua fresca para beber, aún en lugares húmedos y fríos.
Los animales que viven dentro de nuestros hogares, tienen necesidades distintas. Ellos conservan el calor y la energía durmiendo más durante el invierno. Los perros y los gatos hacen mucho ejercicio cuando están en el exterior. No es así cuando se quedan cómodos en la cocina o tomando una siesta en un sofá.
Todas las precauciones que tomemos con nuestras mascotas son importantes para su bienestar:
1. Paseos en el invierno
Los perros que viven en departamentos o casas deben ser paseados diariamente aun pese al frío no dejar de jugar al aire libre con la mascota. Los perros más viejitos o de pelo corto pueden necesitar un abrigo para salir a caminar. Si se nota algún cambio de peso, se deberá disminuir la cantidad de alimento proporcionado.
Hay que tener especial cuidado con los cachorros y los animales viejitos, conviene hacer paseos cortos y si es posible por la tarde temprano (momentos de menor frío), también es recomendable utilizar abrigos y protectores de lluvia para evitar los cambios bruscos de temperatura entre la casa y el exterior, y no quedar húmedos luego de un día lluvioso.
2. Un lugar cálido para dormir
Los perros que viven fuera de las casas necesitan un aislante térmico, una tarima o elevación respecto del suelo y una protección adecuada contra el viento y el frío. Es importante asegurar que su espacio no tenga goteras. Como los perros y gatos usan su propio pelaje de abrigo. También es importante mantener seca y limpia cualquier mantita que tenga adentro de su camita.
Si la mascota pasa gran parte de su tiempo en el patio o en el jardín, ver la posibilidad de dejarlo entrar al menos en las noches de los días más fríos. Por mucho que estén recubiertos de pelo, las mascotas sufren mucho con las bajas temperaturas, por lo que se debe pensar en preparar un área de la casa en la que se pueda compartir la compañía.
3. No se debe cortar demasiado el pelo de las mascotas durante el invierno. Entre más largo esté, más abrigo brindará a tu mascota.
Si llueve, secarlos cuanto antes, con toalla y secador de pelo. También se les puede proteger a la mascota con una capa impermeable.
Los expertos recomiendan que se limite los baños de las mascotas a un mínimo posible durante la temporada fría. Los cachorritos, los gatitos y las mascotas más viejitas, son las que más sufren durante las temporadas de frío; requieren de una atención y un cuidado muy especial.
FUENTE: Secretaría de Salud del Municipio de Quito