Cada vez se pasa más horas en el trabajo. Al punto de que se ha convertido en un segundo hogar incluso para algunos el primero. Por esa razón K. Anders Ericsson, experto en psicología laboral, se dio a la tarea de investigar cuantas horas son las horas y días apropiadas para trabajar y conseguir un rendimiento apropiado.
Según el estudio las personas solo pueden trabajar con eficiencia a lo largo de cuatro o cinco horas. Cuando la cima de la productividad pasa, el proceso laboral se ralentiza y las personas empiezan a sufrir en el trabajo.
«Los empleados pueden trabajar con la concentración máxima también después del pico de productividad. Especialmente cuando el jefe se los ordena. Pero entonces se les forma un mal hábito: están esperando que el jefe los obligue a trabajar incluso cuando se encuentran en el período de actividad alta», dice Anders Ericsson.
Resultado
Uno de los resultados que más se destacó fue la retribución emocional y laboral de los empleados a los jefe que redujeron la semana laboral a cuatro días.
Lo mismo sucedió en la empresa Reusser Design que se dedica a diseño web. En 2013, implementaron la semana laboral de cuatro días. El fundador de la empresa, Nate Reusser, dice: «Incluso si los empleados tienen que trabajar los viernes, su productividad y desempeño es mayor. No te imaginas cómo se empeña la gente para poder terminar sus proyectos antes del fin de semana».
¿En lo académico?
Así mismo, este experimento no solo se hizo en el mundo laboral sino también en el académico. Varios niños de cuatro y quinto grado en Colorado, tuvieron semanas de cuatro días en los cuales mejoraron sus habilidades en un 12% más en matemáticas y lectura.
«Es una idea tonta que los niños pueden estar plenamente concentrados a lo largo de todas las clases», dice Anders Ericsson. Especialmente esto aplica a los niños con problemas de concentración y atención.
Fuente: El Espectador