Además de las migas de pan, las hojuelas de maíz, avena y los frutos secos se pueden mezclar con diferentes especias para crear una gustosa corteza
Entre las técnicas culinarias más conocidas se cuenta la de rebosar los alimentos o empanizado. Si bien cumple la función de “capa protectora” para las comidas fritas, también es común usarlo en platos que van al horno. La clave es mantener el orden de los ingredientes y, también, graduar muy bien la temperatura para que no se queme y se arruine el sabor.
Conviértete en toda una experta y logra un perfecto empanizado con estos tips:
Al seco. Ya sean milanesas de pollo, de res, vegetales o mariscos, es importante tratar de eliminar la humedad con servilletas o telas absorbentes. De esta manera, asegurarás que las migas trituradas se adhieran completamente.
Condimentos. Las hierbas aromáticas y especias en polvo -como mostaza, chile o jengibre- debes agregarlas al último tazón.
Harina, huevos y pan. Esta es la fórmula del empanizado tradicional, la misma que señala el lugar en que disponer todo en la mesa de trabajo para ganar tiempo y minimizar posibles derrames o “accidentes”.
Solo necesitas tomar la presa y pasarla primero por harina, luego remojarla en los huevos batidos y finalizar con la cobertura de pan -o cereales- triturados. ¡Con dos tenedores todo el proceso se te hará más sencillo!
Tipos de empanizado:
- Francés: solo lleva dos ingredientes, mantequilla clarificada y migas de pan tamizadas. El truco es “pintar” con un pincel el pollo, pescado o las verduras antes de agregar el pan y, después, freír.
- Inglés: este tipo de empanizado consiste en añadir leche, agua gasificada o incluso cerveza a los huevos.
- Al ajillo. Es el que incorpora ajo y perejil a la mezcla.
Con información de El Nacional
