La aerofobia es una manifestación bastante común. Existen muchas razones que ocasionan el miedo a volar: claustrofobia, vértigo, recodar sucesos televisivos impactantes, vulnerabilidad por estar en las nubes, ruidos y movimientos. Sin embargo, en ocasiones resulta imposible tomar otras alternativas de transporte.
Por ello, es necesario que acabes “definitivamente” con el temor, aunque es un proceso que lleva tiempo. Toma en cuenta las siguientes recomendaciones para que de ahora en adelante tu viaje no sea una pesadilla.
Comenta tu miedo: Conversa con familiares y amigos, no está bien guardarse todo. Si es necesario, consulta con un especialista y sigue sus indicaciones.
Piensa positivo: Confía en el profesionalismo de los pilotos, ya que han sido elegidos con mucha cautela. Además, los aviones tienen un sistema automático en caso de fallas, que brinda mayor seguridad. Aleja pensamientos negativos de tu mente.
Mantén la calma y relájate: Ten a la mano una bolsa en caso de mareos, escucha música, lee un buen libro, una revista o conversa con otro pasajero. La idea es que el tiempo pase volando.
Vuela con compañía: No hay nada más agradable que salir de viaje con una persona que te conozca lo suficiente, de seguro te sentirás mucho mejor.
Evita tomar bebidas estimulantes: No consumas café u otros líquidos que te mantengan alerta o con cierta hiperactividad. Lo más recomendable es tomar agua.
Con el tiempo llegarás a disfrutar de los vuelos. Ahora bien, es importante que conozcas lo que no debes hacer en un avión, siguiendo estas recomendaciones.
Con información de El Nacional