El avance cultural y económico de la sociedad han permitido que las expectativas y la calidad de vida de las mascotas, especialmente en el caso de los perros, hayan aumentado considerablemente.
El cambio se ha visto acompañado de un creciente interés y preocupación por todo lo referente a su salud. Así, de comer lo que encontraban o las sobras, se ha pasado a alimentarles con productos específicos diseñados para ellos; y de no tratarles las lesiones o enfermedades, o como mucho aplicarles un sacrificio humanitario para evitar mayores sufrimientos, se ha pasado a contar con un veterinario de cabecera.
¿El resultado? Algunos años más para disfrutar de su compañía.
Hace no muchos años un perro tenía unas expectativas de vida que no superaban los 10 o 12 años; ahora podemos encontrar encantadores y saludables ancianos que alcanzan los 15, e incluso los 18 o 20 años de edad.
¿Cómo se ha conseguido aumentar así su longevidad? Sobre todo, cumpliendo las siguientes y fundamentales pautas para mantener una buena salud canina.
Alimentación
No nos cansaremos de insistir en la importancia de una correcta alimentación de tu perro como fuente de salud. Si la pauta responsable de aportar energía y nutrientes a nuestro amigo no es correcta, no podemos esperar que su vida sea sencilla y sana; lo más probable es que la inadecuada nutrición favorezca a corto, medio, o largo plazo, la aparición de patologías.
Higiene
Una higiene adecuada no sólo supone evidentes beneficios de salud y estéticos para el perro: su piel, el pelo, los ojos, las orejas, los dientes… se mantendrán sanos y bonitos durante más tiempo, sino que permitirá que la mascota sea un ser integrado socialmente. Y, por supuesto, evita accidentes a sí mismo y al resto de los individuos. Este aspecto es especialmente importante en el caso de algunas razas, por ejemplo las de pelo largo, como el collie, o de largas orejas, como el cocker.
El juego y el ejercicio
Jugar y hacer ejercicio son dos básicos para el perro; el animal necesita respirar aire puro, fortalecer sus articulaciones, e interaccionar con los agentes externos (tanto saludables como patógenos) que se encuentran en el medioambiente. Uno de los mayores problemas que padecen los perros en nuestra sociedad es el sedentarismo. Evítalo con juegos y paseos en el exterior.
Fuente: Web Consultas