El domingo es el día de estar en pijamas, comer y ver tele pero además de estas razones hay una causa, que quizá no sabes, de por qué los domingos comemos mucho más.
El domingo es el último día de la semana y es el único (para la mayoría) en el que podemos descansar de la rutina y por ello todo nos da pereza. ¿La razón? en la semana no dormimos las horas necesarias y esto nos da más hambre.
Científicos aseguran que no dormir, por lo menos 8 horas diarias, altera nuestro organismo de formas que ni te imaginas, empezando por el terrible caso de tener más hambre todo el día.
Según investigadores del King College de Londres, si no duermes bien, al día siguiente puedes ingerir hasta 385 calorías extras.
Según el Journal of Clinical Nutrition, quienes restringen su horario de sueño a 4 o 5 horas diariamente, tienen menos control de su metabolismo y sus emociones durante el día.
Por el contrario, las personas que duerme de 7 a 10 horas por noche, consumen menos carbohidratos y además quemaron con mayor facilidad calorías y grasas en su organismo, con dieta balanceada y ejercicio.
Domingo de comida chatarra
Los domingos nos provoca comer pizza, golosinas y gaseosas, pero resulta que quienes duermen menos horas sienten la necesidad de ingerir más proteína y grasas para compensar la falta de energía que sienten.
La explicación es que las hormonas encargadas de controlar el apetito, se alteran por la falta de sueño y entonces se desata un deseo por la comida a modo de recompensa.
Por esta razón, si no duermes bien subes de peso y te cuesta más trabajo bajar aún cuando haces ejercicio. Mejor, programa bien tus horas de sueño y verás la diferencia.
Fuente: Salud 180