El portal Genial.guru reunió algunas pruebas científicas que demuestran que la presencia de un gato en el hogar es buena para la salud. Se las presentamos a continuación:
Los gatos curan. El ronroneo de los gatos ayuda a curar las heridas. Aunque los científicos aún no han descubierto cómo precisamente nace este sonido, todos sabemos que los gatos ronronean. Y esto de alguna forma influye para bien en las habilidades humanas de regeneración.
Los gatos ronronean en un intervalo de vibración terapéutica especial. Un gato promedio ronronea con una frecuencia de 25 a 150 hertzios. Esta es precisamente la frecuencia que regenera mejor los músculos y los huesos. Sin embargo, las mismas ondas son excelentes también para los humanos. Están en el rango «terapéutico» desde el punto de vista médico (25-150 hertzios). Existen varias investigaciones dedicadas a este dato. De esta forma, un gato que ronronea puede curar los huesos quebrados, restaurar los músculos dañados e incluso deshacerse de la disnea cardíaca.
Los gatos disminuyen la cantidad de estrés en tu vida. Las investigaciones muestran que los dueños de gatos, en promedio, presentan menos síntomas de estrés. En el segundo lugar están los dueños de perros. Las personas que no tienen mascotas son más propensas al estrés.
Los gatos pueden reducir la probabilidad de un ataque cardíaco un 40%. Científicos de la Universidad de Minnesota descubrieron que tener un gato en casa puede ser saludable para tu corazón. En su investigación encontraron que las personas que no tienen gatos, son más propensas a sufrir ataques cardíacos. ¿Pero por qué? Aquí está la explicación: «La razón más lógica puede ser que los gatos pueden reducir el estrés y la ansiedad y disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares».