Ante la prevista llegada de más naves privadas a la Estación Espacial Internacional (ISS) en los próximos años, dos astronautas estadounidenses iniciaron hoy-19 de agosto- una salida al espacio para instalar un estacionamiento especial que les permita atracar.
La salida comenzó a las 12h04 GMT cuando Jeff Williams y Kate Rubins conectaron sus trajes espaciales a sus baterías internas.
Poco después salieron del laboratorio orbital para comenzar a instalar un adaptador de amarre internacional, traído por el la nave de carga SpaceX Dragon el mes pasado.
La NASA describe al equipamiento como «una metafórica salida al futuro» que permitirá a una nueva generación de aparatos estadounidense -la primera desde que finalizó el programa de transporte espacial en 2011- llevar astronautas a la ISS. También se prevé la llegada de naves comerciales.
SpaceX anticipa mandar al espacio su nave Dragon con dos astronautas a bordo dentro de un año. Boeing anticipa realizar un vuelo de prueba de su cápsula Starliner a comienzos del 2018. Hasta entonces, Rusia seguirá ofreciendo los medios de transporte, algo por lo que Estados Unidos paga un precio elevado.
La NASA dejó de realizar los envíos de carga hace unos años y más bien contrata a empresas privadas estadounidenses para tales misiones. Los lanzamientos de tripulaciones en vuelos comerciales serán un paso aún más osado. Este recurso comercial le da a la NASA la libertad de concentrarse en viajes de genuina exploración espacial; la agencia anhela llevar seres humanos a Marte en la década del 2030.
El adaptador de amarre instalado hoy es en realidad el segundo que instala la NASA. El primero quedó destruido en un accidente cuando una nave de SpaceX trató de despegarse el año pasado. La NASA eventualmente desea que queden instalados dos de esos adaptadores en la estación espacial, que orbita a unos 400 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra. Otro adaptador, fabricado en base a repuestos, será instalado aproximadamente dentro de un año.