¿Has visto a alguien mover las piernas compulsivamente ó quizás eres tú? Te explicamos la razón por la que lo hacemos:
Según el portal SuperCurioso.como dar golpes en la mesa, mover repetitivamente los dedos, mordernos las uñas, mover las piernas son la mayoría de las veces un síntoma de estrés subyacente.
No obstante, existen personas que desarrollan un tipo de manías o también llamados tics que poco a poco se instalan en su vida cotidiana sin que ni siquiera se den cuenta. Estas prácticas pueden ser mordisquear los lápices, mover las manos, las piernas o comerse las uñas y pueden ser catalogados, tras análisis psicológicos, como rasgos de nerviosismo.
Algunas personas mueven sus piernas de manera compulsiva tras largos periodos de inactividad o quietud. Por ejemplo, cuando estamos mucho tiempo viendo la televisión o estudiando. El mover las piernas nos reactiva y resulta hasta catártico cuando almacenamos cierta tensión, nos relaja.
Pero, cuando este comportamiento es muy habitual e incluso sucede cuando las personas están dormidas es considerado como un síndrome y se lo ha llamado ‘piernas inquietas’. Es un trastorno de origen neurológico, en el que normalmente, sentimos cierto hormigueo, ciertos calambres que al agitar nerviosamente las piernas dejamos de percibir.
Para diagnosticarlo debes acudir a una cita médica y comentar los síntomas. Al ser un padecimiento crónico existe tratamiento farmacológico. Los médicos aconsejan a los pacientes de esta enfermedad gestionar mejor el estrés, cuidar la alimentación, dormir y hacer algo de ejercicio al día.
Según el Instituto de Desordenes Neurológicos las posibles causas de esta enfermedad son:
- Las personas con niveles bajos de hierro o con anemia pueden tener una tendencia a desarrollar el Síndrome de Piernas Inquietas (RLS por sus siglas en inglés).Una vez que se hayan corregido los niveles de hierro o la anemia, los pacientes pueden ver una disminución en los síntomas.
- Las enfermedades crónicas como el fallo renal, la diabetes, la enfermedad de Parkinson, y la neuropatía periférica están asociadas con el RLS.
- Algunas mujeres embarazadas sufren de RLS, especialmente en su último trimestre. En la mayoría de estas mujeres, los síntomas generalmente desaparecen a las 4 semanas del parto.
- Algunos medicamentos-como las drogas para prevenir la náusea (proclorperazina o metoclopramide), las convulsiones (fenitoin o droperidol), las antipsicóticas (haloperidol o derivados de la fenotiazina), y algunos medicamentos para el catarro o las alergias-pueden agravar los síntomas.