La varicela puede ser una enfermedad muy desagradable para todo niño, aunque que suele ser casi inevitable.
Las pequeñas manchitas suelen causarle molestias y picazón a los pequeños pero fuera de eso no hay mucha preocupación para los padres.
Sin embargo, el caso de Bo August, de 4 años, puede ser un llamado de atención o una alerta para el mundo. La niña pasó de tener una varicela común a una extraña enfermedad que casi hace que pierda sus piernas.
La varicela de Bo se transformó en una extraña condición llamada púrpura fulminante o meningococemia en la cual la sangre no coagula correctamente y esto la tuvo 3 meses hospitalizada y con riesgo de perder sus piernas.
Los padres de Bo se dieron cuenta de su extraña condición cuando la niña les dijo que tenía mucho dolor en sus piernas y que le costaba caminar.
Ahí fue cuando se dieron cuenta de que sus extremidades inferiores estaban cubiertas de moretones de color negro. Entonces, estos padres llevaron a la niña rápidamente al hospital más cercano.
Los doctores rápidamente le diagnosticaron la extraña enfermedad a Bo y le llevaron a cuidados intensivos.
Luego le realizaron tres procedimientos de injerto de piel en las piernas. Los padres recibieron la dura noticia de que su hija podría perder las piernas, pero por suerte no se llegó a ese punto.
Una vez recuperada de la cirugía Bo, entró a terapia física para aprender a caminar nuevamente y con el correr de los días logró sanar completamente.
La madre estaba orgullosa de lo fuerte que fue su hija durante todo el proceso. Y dijo que esperaba que su historia se hiciera conocida alrededor del mundo para concientizar a los padres acerca de esta extraña condición.
“Quiero dar a conocer esta condición, ya que puede ser una pesadilla para cualquier padre que se le diga que su hijo podría morir o perder sus extremidades a causa de una varicela“.