En un estudio que contó con la participación de 900 adultos holandeses, se encontró que algunas bacterias intestinales podrían ayudar a determinar no solo los niveles de grasa corporal, sino también las concentraciones sanguíneas de colesterol HDL (bueno) y triglicéridos.
Este es el primer estudio que ofrece “pruebas sólidas” que vinculan las bacterias intestinales con los niveles de colesterol y triglicéridos, señaló Jingyuan Fu, profesora asociada de Genética en el Centro Médico Universitario de Groninga, en los Países Bajos.
Aunque es demasiado pronto para recomendar el uso de complementos probióticos para la prevención de las enfermedades del corazón, estos resultados se suman a la creciente evidencia de que el microbioma intestinal desempeña un papel importante en la salud humana.
El término “microbioma” se refiere a los billones de bacterias y otros microbios que habitan de forma natural en el intestino.
Una investigación reciente reveló que estos microorganismos hacen mucho más que apoyar una buena digestión: ayudan en todo, desde la función inmune hasta la metabolización de fármacos para la producción de vitaminas, compuestos antiinflamatorios e incluso sustancias químicas que transmiten mensajes entre las células del cerebro.
Los estudios también sugieren que cuando el microbioma carece de diversidad puede contribuir a problemas de salud como la obesidad, el asma y la diabetes tipo 1.