«Estos resultados proporcionan una idea de la innovadora ciencia que Gravity será capaz de producir», describió el ESO en su comunicado, que apunta a los nuevos horizontes «sin precedentes» que la comunidad científica podrá alcanzar gracias a este nuevo instrumento.
El innovador instrumento combina la luz de cuatro Unidades de Telescopio de 8,2 metros (equivalente a la precisión y resolución que alcanzaría un telescopio de 130 metros de diámetro), por lo que capta «mediciones extraordinariamente precisas de objetos astronómicos».
Según los investigadores, Gravity -instalado en el desierto de Atacama, Chile- permitirá obtener observaciones muy detalladas de los campos gravitacionales cercanos al agujero negro central supermasivo, que se encuentra en el centro mismo de la Vía Láctea.
Aunque desde 2002 se conoce la posición y masa de este agujero negro, los investigadores acogieron las observaciones con entusiasmo por su precisión y porque permitirá poner a prueba la validez de la teoría general de la relatividad de Einstein a partir de las mediciones «ultra precisas» de los recorridos orbitales de la estrella S2.
Por el momento, el grupo de astrónomos ha estudiado la órbita de la estrella S2 alrededor de este agujero negro con una precisión «equivalente a medir la posición de un objeto en la Luna con centímetros de precisión». Se da el caso además de que en 2018 la estrella S2 orbitará en su punto más cercano al agujero negro, un hecho que no se repetirá hasta dentro de 16 años.
Fuente: EFE