Eduardo Yáñez se abrió en pleno para contar pasajes oscuros y tristes que vivió hace algún tiempo, cuando era un adicto al alchol. Confesando que su trastorno era tal que una vez estuvo a punto de quitarse la vida. También tomó loción y hasta tuvieron que amarrarlo durante la noche para poder controlarlo y evitar que consumiera.
El famoso actor de telenovelas, Eduardo Yáñez relató como su vida estaba en la perdición debido a la botella. Y cómo fue posible que superara esa adicción que lo orillló incluso, a pensar en matarse con una pistola que su padrastro guardaba en su casa.
Intento de suicidio
Las impactantes declaraciones del intérprete mexicano fueron para el programa La entrevista con Yordi Rosado. En la cual comenzó recordando el día que intentó suicidarse, pero el miedo no se lo permitió: «Lo intenté una vez con una 45 que era de mi padrastro. Yo estaba en mi departamento de Polanco y terminé baleando las ventanas porque la verdad le saqué. Ya estaba ahí, en el momento, y le saqué. Me dio rabia y me desquité con las ventanas”, declaró.
Yáñez de 60 años, explicó que lo atacó el miedo y por eso no pudo halar el gatillo por lo cual se sintió como un cobarde, pero hoy en día recuerda ese episodio y se siente como un hombre valiente por no haberse atrevido. «Sí, nunca lo voy a olvidar. Hay cosas en tu vida que te marcan. Ahora pienso que fui valiente. En ese momento estaba frustrado, me sentí cobarde. En ese momento yo me sentí cobarde pero a través de los años fui valiente al querer enfrentarme a todo”, continuó.
“Créanme que vivo hay más posibilidad, algo va a llegar, algo va a suceder. Pero sí te das un tiro mataste toda posibilidad de todo. Es una sola salida cobarde”, reflexionó. Y con respecto a la lucha que tuvo que lidiar por cerca de cinco años para dejar el alcohol, recalcó la ayuda de dos personas: su manager y las atenciones de Lucia Méndez.
Yáñez pudo dejar la bebida porque su manager lo amarraba
“No es que alguien me hizo alcohólico o yo sufrí por ser alcohólico, ni madres. Nos gustaba darnos nuestros tragos. El chupe te transforma, te hace sentir a otro nivel y entonces lo empiezas a agarrar diario”, explicó Yáñez. Agregando que se entregó al vicio por el abandono de su padre biológico al que nunca conoció. Y por problemas de desamor.
Eduardo dijo que empezó a probar las bebidas cuando era joven, pero ya cuando se estableció como actor el consumo se volvió más frecuente. Su desespero era tal que ingeria una loción cuando ya no tenía trago. “Estuve así hasta que acabé con Aqua Velva. Al otro día desperté intoxicado, lleno de granos, las venas reventadas y dije: ‘Este güey no es el que quiero de mí’”, recordó.
Además, confesó que para evitar que pudiera tomar, su manager de ese entonces, tomó la dura decisión de amarrarlo por largas horas o en las noches. Y fue gracias a eso que logró superar su trastorno sin tener que acudir a terapias o integrarse a un grupo de alcohólicos anónimos.
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