Ricardo Ponce fue acusado de crear una secta para abusar sexualmente de las mujeres que asisten a sus retiros espirituales. Recientemente, estalló la bomba cuando la creadora de contenido para YouTube Maire Wink, denunció al famoso conferencista mexicano. Por haber engañado, manipulado y abusado sexualmente de sus clientes.
El relato de Wink fue colgado en su canal, en el que señala a Ricardo Ponce como un depredador sexual. “Caí en lo que yo considero un culto sexual disfrazado de sanación espiritual”. Tras esto, una decena de mujeres han hecho público su testimonio, contando las horribles experiencias. Las participantes del culto confirmaron las violaciones, abusos y otros tipos de violencia sexual que vivieron durante los retiros de ‘el Sanador’.
Además, una masajista española creó una cuenta de Instagram llamada @denunciaaricardoponce, la cual ha servido para dar voz a las mujeres agredidas. En el perfil una de ellas relató la pesadilla que vivió a manos de Ricardo junto con otras dos mujeres.
“No tengas miedo. ¿Por qué le tienes miedo al amor?”
La víctima comienza explicando que el agresor era un hombre “que te pintaba todo super bonito. El vato era como: ‘te toco aquí, te sano y toda tu vida se transforma’. Era como mágico’”, señaló la mujer. Tras esto comenzó a contar cómo fue violada al asistir a un retiro en Bacalar, al cual acudió con una amiga. Y ya en el último día comenzó el horror.
Fue durante una actividad la cual era llamada por Ricardo como el ‘Túnel de los Ángeles’. Él la abrazó y comenzó a restregar su pecho contra el de ella, y luego le dijo: “No tengas miedo. ¿Por qué le tienes miedo al amor?”.
Posteriormente, la informante, su amiga y otras dos chicas fueron invitadas a una reunión. La joven y su amiga llegaron primero. Ponce llegó con un fotógrafo y su entrenador de gimnasio y le ordenó a su amiga a salir del lugar, porque no quería que estuviera presente en la actividad que decía que iba a realizar.
«¿Están listas para sanar conmigo en la cama?”
“Yo dije: Ok, está bien. ¿Y dónde están los demás? Yo esperaba que viniera una camioneta con más personas. Yo no me sentía segura. Tú piensas en ese momento que nada malo va a pasarte porque dices ‘estoy en compañía, estoy con él. Nada malo va a pasarme. Carajo’”, relató.
Entonces llegaron las otras dos chicas y Ponce ordenó que fueran arriba con el entrenador. “En ese momento estás tan frágil que solo quieres seguir sintiendo bonito«, expresó la víctima. El lugar, según contó, no era grande, pero sí lujoso. Y lo que más llamó la atención de la mujer fue que dentro del cuarto no había ninguna mesa, no era un espacio de convivencia. En el sitio solo había una cama, un tocador y consoladores a plena vista.
“En ese momento me asusté. Ok, ahorita van a llegar los demás, pensé. Uno no piensa que lo van a violar y le van a hacer cochinada y media”, recordó, agregando que Ricardo se tardó una hora en llegar. Mientras eso, el entrenador estuvo con ellas todo el tiempo.
Cuando Ponce de pronto abrió la puerta, les preguntó: “¿Están listas para sanar conmigo en la cama?”. Todas quedaron impactadas, volteaban a mirarse y una de ellas le preguntó: “¿Estás segura de lo que dijo?”. Y fue cuando comenzó el abuso sexual.
«Desnúdense si no quieren que las mate«
“Yo no podía decir: jajaja pendejo, oye déjame ir. Yo dije: ‘este tipo, no sé que va a hacer, pero hay tres tipos dentro de este hotel. Dentro de este cuarto, no sé que va a pasar’, explicó la chica. Luego recordó que Ponce las mandó a desnudar.
“Desnúdense”, dijo Ricardo, y al ver que no obedecían alzó la voz diciendo: “¿Quieren que las mate a putazos? entonces desnúdense si no quieren que las mate y las aviente aquí al mar”, comentó la víctima. Además contó que Ricardo se reía a carcajadas al decir esas frases. “Uno, quieras o no, obedece, porque poniéndote en esa situación, uno no va a decir ‘le voy a poder a este pendejo’. No vas a decir ahorita le pego y me escapo, habiendo tres hombres en la habitación”.
Asimismo, la mujer relató que Ponce les pedía que hicieran una serie de cosas con él, entre ellas y con los consoladores. Y recordó que una de ellas se soltó llorar. “Era un llanto incontrolable”. Si alguna se negaba él se ensañaba más, explicó. El ataque fue tan brutal, que una de ellas se orinó encima. Al percatarse de esto él se dirigió a ella diciéndole: “¿Te gusta? putita, por eso te viniste”.
«La parto a putazos, la macheteo, y la tiro al mar«
Al finalizar el abuso Ponce sentó a las tres jóvenes en la cama y les preguntó: “¿Van a contar esto?”. Ninguna contestó. “¿Quieren contar esto?”, les preguntó alzando la voz. “¿Van a hablar, hijas de puta?”, insistió gritando«. La denunciante entre su pánico le dijo que no con la cabeza. Entonces la tomó del cuello con la yema de los dedos y les dijo: “Más te vale que no hables porque vas a amanecer muerta«.
«La que abra el hocico la parto a putazos y no sólo la parto a putazos, la macheteo, y la tiro al mar. Si van a hablar, háganlo ahorita para partirlas a putazos y que no sepa nadie de ustedes. ¿Vinieron a un retiro? No. No sé que pasó, las mataron. ¿Quién? no sé. Yo soy un hombre de poder y las puedo hacer desaparecer así”, chasqueando sus dedos.
La joven y las otras dos mujeres pudieron volver a sus casas. Ella comenta que tardó mucho en contarlo, y que perdió contacto con las otras abusadas. Tras asistir a terapia psicológica y psiquiátrica, el video de Maire Wink le dio la fuerza para salir a denunciar su caso, pero teme por su vida.
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