La multinacional de entretenimiento, Disney, ha recibido una demanda por parte de una compañía de software de captura facial, Rearden. Ellos fueron parte integral de la creación de muchos personajes importantes en Guardianes de la Galaxia, La Bella y la Bestia y Vengadores: Endgame. Ya que están buscando una participación de las ganancias multimillonarias en función de su contribución al producto terminado.
«Disney no quiere repartir todo lo que se consiguió por Vengadores: Endgame». Así lanzó una crítica de razonamiento Rearden detrás de la presentación de la demanda. Se puede leer a continuación.
Según información del portal The Hollywood Reporter, la compañía Rearden demandó a Disney por el uso de su tecnología en el pasado, pues, según esta demanda, Rearden tiene los derechos del software para crear estos personajes, pero Disney y otras productoras se vincularon contra empresa que no tenía los derechos, por lo que ahora piden que sea evaluada una nueva solicitud para darle la autoría de estos personajes creados a la empresa, por lo que podría reclamar una buena parte de las regalías de muchas películas.
“Hay infinitas razones por las que los consumidores pagan para ver una película en particular, incluidas (entre muchas otras) estrellas, guión, vestuario y música. Es muy especulativo decir cuál de estos factores lleva a las personas a pagar para ver una película. Pero al menos estas son cosas que los consumidores realmente ven visualmente o escuchan en voz alta. Rearden no tiene pruebas de que los consumidores hayan decidido ver alguna de las películas en cuestión aquí porque un proveedor externo, meses (o más) antes del lanzamiento de la película, hizo copias RAM temporales del software que ningún consumidor vio”.
Vengadores: Endgame recaudó más de 2.797 millones de dólares y se convirtió en la película más taquillera de todos los tiempos.
Si bien la demanda parece un tanto complicada y ambigua con respecto a los derechos de autor, pero ha hecho el suficiente ruido para que un juez abra una investigación, la cual podría ser de varios años y revisar un gran cantidad de normas y quizá no pase a más, pero de ser aceptada, las productoras tendrían que pagar cifras millonarias a la empresa.
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