El célebre mago David Copperfield, famoso por sus ilusiones, tales como hacer desaparecer la Estatua de Libertad, fue acusado por la exmodelo estadounidense Brittney Lewis de haberla drogado y violado cuando ella tenía 17 años, en 1988.
Fue en declaraciones para el periódico The Wrap. Según el medio estadounidense, Lewis conoció a Copperfield en septiembre de 1988 durante el concurso de modelaje ‘Look of the Year’, en Atami, Japón, en el cual él trabajó como juez.
Luego del concurso, la ex modelo relató que fue invitada por el mago a uno de sus espectáculos en California, al término del cual, Copperfield la llevó a un bar, donde alega que fue drogada. «Le pregunté: ‘¿Qué estás haciendo?’, y el respondió: ‘Solo estoy compartiendo'», le dijo Lewis a The Wrap, en referencia al momento en que Copperfield le vertía algo en su trago.
En ese momento, Lewis dice que perdió el conocimiento, pero recuerda haberse despertado en su habitación del hotel con el mago encima de ella, vestido con una bata negra y besándola.
«Recuerdo que me quitaron la ropa», agregó. «Estaba besándome la cara, y luego recuerdo que empezó a bajar por mi cuerpo, y cuando empezó a bajar, me desmayé por completo».
A la mañana siguiente, afirma Lewis, Copperfield volvió a entrar en su habitación para asegurarle que no había pasado nada porque ella era menor de edad.
Además, la exmodelo afirma que el mago la obligó a escribir y a firmar una carta en la que decía que estaba bien, pero que luego interpretó como un llamado a silencio.
Cuando en 2007 Copperfield fue investigado por una causa de acoso sexual por una modelo de 22 años, Lewis dijo que también reportó su experiencia al FBI, pero que nada surgió de la denuncia.
En un comunicado publicado en su cuenta de Twitter el miércoles 24 de enero del 2018, Copperfield parece haber anticipado las recientes alegaciones en su contra.
En el mensaje, el mago calificó al movimiento #MeToo como un proceso «crucial y largamente atrasado», pero pidió a sus lectores no «apresurarse a juzgar» a los acusados sin «considerar todo cuidadosamente».
«He vivido años con reportajes periodísticos falsos sobre mí en los que fui acusado de actos atroces, y con pocos contando la historia del acusador siendo arrestado y de mi inocencia.
Sabiendo que los falsos acusadores pueden impactar negativamente sobre la credibilidad de otros y que son un verdadero perjuicio para aquellos que han sido víctimas de conducta sexual inapropiada, no llamé la atención sobre ello», escribió. «Así que mientras soporto otra tormenta, quiero que el movimiento siga floreciendo. Escuchen siempre, y consideren todo cuidadosamente, pero por favor, por el bien de todos, no se apresuren a juzgar», concluyó.