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Sin Bandera, con ganas de escribir un libro de una reunión que llega a su fin

A pocos meses de cerrar la segunda etapa de su aventura como dúo, el grupo Sin Bandera hace balance de lo que significaron para ellos los dos últimos años y valoran la posibilidad de «escribir un libro» sobre su reunión debido a los éxitos que han sumado por todo el continente.

En su opinión y en la de su compañero profesional, el mexicano Leonel García, de este reencuentro musical hay «mucho que mostrar», y lo que queda hasta que echen el cierre a esta gira, de la que todavía quedan conciertos por confirmar, tanto en EE.UU. como en América Latina.

Quizás por ello, Schajris dice que, aunque llega el final de los «dos años» que habían «planeado», lo más «lindo» de esta etapa que se cierra es que Sin Bandera no tiene que ser «excluyente» de sus «proyectos personales».

Cuando se les pregunta por cómo se han encontrado en su regreso a los escenarios después de 10 años separados, afirman que están «felices» por el «cariño» que han recibido por toda Latinoamérica.

Por allí pasaron los últimos meses, de lleno en lleno, antes de marcharse a hacer la mayor gira de conciertos por Estados Unidos de su carrera, que comenzó allá por el año 2002 con un primer disco homónimo que contenía temas como «Entra en mi vida», coreados como el primer día.

Schajris y García consideran que es «difícil» elegir un solo momento de su periplo latinoamericano, pero destacan la manera en la que la gente «se abalanzó» a su espectáculo en Caracas del pasado 17 de marzo, en una situación que para Venezuela era «complicada», aunque «tal vez no tan complicada como es ahora».

Argentina, México y Puerto Rico fueron otros momentos especiales para ellos junto a su noche en el Festival de Viña del Mar (Chile), donde recibieron la Gaviota de Oro por aclamación popular de los congregados allí.

En Estados Unidos tienen ganas de pasar tiempo con la «gran cantidad de latinos» del país, a los que los componentes de Sin Bandera califican como una «fuerza importantísima» para ellos.

El 7 de julio, por ejemplo, estarán en el Dolby Theater, el recinto que acoge la ceremonia de los Premios Oscar, un teatro al que García tiene ganas de hincar el diente porque cuando tocaron allí en 2006 les sorprendió «acústicamente».

Sin Bandera acumularon una enorme base de seguidores en la década de los 2000 con sus baladas románticas.

Después de volver a los focos en 2015 y de publicar su álbum de regreso en 2016, «Una última vez», la banda se ve «conectada» también con los «interesantes» movimientos musicales de la actualidad, a los que se han adaptado en su reencuentro.

Ambos son unos apasionados de la escena ‘rhythm & blues’ estadounidense y se sienten unidos desde América Latina a artistas como Frank Ocean y Solange Knowles, y adoran el ‘hip-hop’ de Kendrick Lamar.

«‘Cranes In The Sky’ de Solange es un temón», dice Schajris, que reivindica que Sin Bandera es «r&b en español», con influencias latinas pero con el mismo espíritu que la música de artistas como Bruno Mars.

Para demostrarlo, compara que «Versace on The Floor», uno de los últimos éxitos de Mars, o «Thinking Out Loud», de Ed Sheeran, son ambas baladas románticas como las que componen ellos desde hace quince años.

Antes del segundo final del grupo, en febrero publicaron un último disco en vivo, «Primera fila acústico. Una última vez (Encore)», que consideran la mejor manera de poner el «broche de oro» y con el que se querían «acercar a los orígenes» de Sin Bandera.

En el futuro, ambos abordarán proyectos musicales en solitario al tiempo que lo compaginarán con sus vidas personales.

En el caso de Schajris, acaba de ser padre de un niño de nombre Dylan, que tiene apenas tres meses, y afirma que podría hacer proyectos «sinfónicos o pop» para «reinventarse».

Por su parte, García apunta que, de manera paralela al final de la gira de Sin Bandera, publicará su próximo disco en solitario.

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