La descompensación médica del central Christian Eriksen, durante el cotejo entre Dinamarca y Finlandia, provocó un sinnúmero de reacciones a nivel mundial. Figuras del balompié extendieron su solidaridad pero un compañero y también capitán danés hizo que este susto no termine en tragedia.
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Simon Kjaer fue el claro ejemplo de amigo, compañero y líder. El jugador fue el primero en brindar atención a Eriksen y permitir que el cuerpo médico proceda de mejor manera para salvar a su vida, de igual manera consoló a Sabrina Kvist, esposa de la víctima.
Medidas cruciales
La rápida actuación de Kjaer involucró que su compañero no se tragara la lengua y pudiera seguir respirando. Después, colocó en la posición correcta según los protocolos correspondientes.
Comunicados
La UEFA, que confirmó primero la suspensión del partido, avisó de que el jugador había sido estabilizado en el centro sanitario.
También la Federación Danesa de Fútbol quiso llevar el sosiego y la paz a la afición, al fútbol, al anunciar que su futbolista estaba despierto y que tenía que someterse a exámenes en el hospital. Estaba estable Eriksen.
El seleccionador danés, Kasper Hjulmand, calificó de experiencia «traumática» lo vivido en el Dinamarca-Finlandia (0-1) por el desvanecimiento de Christian Eriksen. Resaltó que la UEFA no había presionado para jugar hoy.
«Los jugadores estaban deshechos, fue una experiencia traumática», dijo Hjulmand, quien habló de una noche «muy dura» que les ha recordado a todos que «lo más importante en la vida son las relaciones, la gente que tenemos cerca, la familia y los amigos».
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Hjulmand explicó que la UEFA les dio dos opciones, después de que el partido estuvo suspendido hora y media: o reanudar el partido hoy en el minuto 43 o jugar el tiempo restante mañana al mediodía.
Y fueron los jugadores, una vez seguros de que Eriksen estaba bien, los que eligieron la primera porque no se veían capaces de esperar a mañana y preferían «pasar el mal trago cuanto antes».