Sebastián Guayasamín tuvo un Rally Dakar 2018 muy complejo, en el que debió retirarse de la carrera en el segundo día de competencia. El camino para el 2019 inicia para el piloto ecuatoriano y el equipo Chevrolet Dakar Team en los llanos orientales de Colombia, con la Baja 1000 el próximo fin de semana.
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¿Cómo fue la experiencia con el equipo Chevrolet en el Dakar?
Como deportista, me encuentro en una etapa fundamental para mi carrera. Contamos con el apoyo de una marca líder, que ha confiado en un proyecto que es un gran riesgo: estas empresas enormes tienen muchas opciones y que hayan confiado en nosotros, es algo muy importante para nosotros. No solo para mí como piloto: tenemos miembros de Colombia, Perú, Argentina y este año se suman dos pilotos de Chile. Realmente, para la región es importante sentirnos respaldados por Chevrolet.
¿Cambiaron las expectativas con respecto a sus participaciones anteriores?
Después de tres Dakar, llegamos con unas expectativas muy superiores. Primero la idea era ser el primer piloto ecuatoriano en correr el Dakar, luego terminar, y este año teníamos la expectativa de ganar con Chevrolet en nuestra categoría. Esto te obliga a tomar más riesgos, y desafortunadamente tuvimos un accidente que nos obligó a retirarnos. Pero este año vamos a prepararnos para llegar al 2019.
¿Cómo se realizará esta preparación?
Tenemos el campeonato sudamericano de cross country, que se correrá en Paraguay, Argentina, Chile y Perú, y tenemos una carrera muy importante, que será la Baja 1000 que se realizará en Colombia. Esta será una travesía de más de 1000 kilómetros en Puerto López (Meta), con unos paisajes maravillosos y un gran territorio colombiano.
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De esta carrera, ¿qué se podría aplicar para un Dakar?
La organización lleva muchos años tratando de construir una carrera similar al Dakar. Es muy difícil, pero en esta oportunidad van a realizar un campamento llamado «bivouac», que lo vamos a tener en Puerto López. También tienes el tema de la navegación: son recorridos abiertos, no siguen rutas definidas, así que la pericia del copiloto será fundamental. Los vehículos también serán preparados para la competencia. Replicamos lo que tiene el Dakar, donde la carrera no es de velocidad sino de resistencia y de habilidad. Las etapas serán de 500 kilómetros, más o menos la distancia de una etapa… será muy interesante.
¿Cuál es el objetivo de Sebastián Guayasamín para la Baja 1000 y el campeonato sudamericano?
Soy un piloto supercompetitivo desde niño, así que vamos a ganar o morir (risas)… vamos a tratar de ganar en la categoría T5 la carrera de este fin de semana y a ser campeones sudamericanos. Hay muchos factores, pero no quedo tranquilo si no estamos entre los tres primeros.
¿Todo esto es en preparación para conseguir la victoria de categoría en el Dakar 2019?
Para el 2019 vamos a replantear la estrategia. Tenemos que esperar que se anuncie la ruta, que se va a lanzar en un mes, y ha habido muchísimos rumores. Se especula que Argentina, que ha sido sede del Dakar durante 10 años, renuncie porque va a hacer una iversión fuerte por la Fórmula 1. También se cree que Chile, que ha estado varios años por fuera, vuelva: parece que va a estar en Chile, Perú y Ecuador. Esto, con la expectativa de que en el 2020 se pueda competir en Perú, Ecuador y Colombia para terminar en Cartagena. Las cosas están cambiando, y el esfuerzo de la gente del Baja 1000 apunta a demostrar que se puede hacer una carrera de estas aquí en Colombia.
Ya que el Dakar llegaría a Ecuador, ¿cuál sería el trabajo de Sebastián Guayasamín para impulsar esta meta?
A través de Chevrolet llevo la bandera de una marca internacional, estamos representando a un equipo de colombianos, peruanos y para mí, el escenario ideal es que termine en Colombia. La infraestructura turística y los paisajes son espectaculares, y la posibilidad de que el Dakar llegue es muy grande. Sin embargo, es un esfuerzo entre la organización y los gobiernos. En Ecuador tengo un trabajo ya adelantado con los Ministerios de Deportes y de Turismo, con quienes llevo trabajando mucho tiempo. En Colombia, ya estamos iniciando el trabajo con la Federación Colombiana de Automovilismo y Coldeportes.
¿Tendría beneficios la llegada del Dakar a Ecuador y Colombia?
Desde que el Dakar llegó a Sudamérica en 2009 se han visto avances importantes. Los países han logrado mostrar beneficios en turismo, no solo durante la carrera sino en lo años siguientes. La gente que ve el Dakar por televisión es gente apasionada por la aventura: estás en Europa encerrado en invierno y ves algo tan maravilloso como el Salar de Uyuni (Bolivia), que yo siendo ecuatoriano no sabía que existía, planificas tus vacaciones en los cinco años siguientes para ir. Un informe de Perú dice que han generado US$360 millones para ir. Para mí es mi trabajo, es mi profesión, pero hay muchas personas que se pueden beneficiar con el paso del Dakar por Ecuador y por Colombia.
