La investigación del FBI inició en el 2015, cuando la realeza del fútbol buscaba nuevo presidente. Fue entonces que la policía de Suiza detuvo a siente directivos de FIFA a petición de Estados Unidos.
Los altos mandos son acusados de corrupción y de recibir sobornos que ascienden a 150 millones de dólares, algunos para designar las sedes de los mundiales 2018 y 2022.