A pesar de las peticiones de funcionarios ingleses y alemanes para cambiar la sede del Mundial del 2018, la FIFA respaldó a Rusia como organizador de la próxima Copa del Mundo.
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“La historia demostró hasta el momento que boicotear eventos deportivos o establecer políticas de aislamiento o confrontación no es lo más efectivo para solucionar los problemas”, expresó la FIFA en un comunicado.
El conflicto con Ucrania y la supuesta responsabilidad de Rusia en el avión derribado de Malaysia Airlines generó un debate sobre el cambio de sede de la Copa del Mundo para presionar a Vladimir Putin, aunque el máximo organismo del futbol desestima esa postura.
“La FIFA está convencida de que a través del futbol podemos cambiar de forma positiva el mundo, pero el futbol no puede verse como una solución para todo, particularmente con esos temas relacionados con la política mundial”, concluye el organismo.