En Indonesia, el país con la mayor población musulmana del mundo, la clase media está creciendo rápidamente. Este crecimiento está dando lugar a un curioso fenómeno: el surgimiento de los llamados indonesios "locamente millonarios", como explica desde la capital, Yakarta, la periodista de la BBC Rebecca Henschke.
La colorida invitación pegada en la puerta de nuestra nevera decía que el tema de la fiesta eran los perros. "Qué tierno", pensé. Y qué diferente.
Tradicionalmente, a la gente en este país no le gustan los perros ni los cuidan demasiado.
Pero esa no era la única sorpresa. Para celebrar que su niña cumplía 6 años, la familia había transformado un terreno en Menteng (la zona más cara de Yakarta) en un parque por el día.
Exravangancias
Guardias de seguridad nos escoltaron en lo que sería la entrada a otro mundo. El suelo estaba cubierto de césped de verdad, algo extremadamente raro en esta jungla de cemento.
Había también árboles y un circuito de obstáculos para perros.
En una esquina, un peluquero les daba baños y masajes a estos animales, traídos especialmente para el evento.
En otra, había una marquesina con aire acondicionado donde los padres bebían café helado recién hecho, y, más tarde, vino.
Los elevados impuestos al alcohol hacen que el vino sea muy caro aquí.
El "parque" estaba decorado con globos en forma de perro.
La fiesta tuvo lugar en octubre, justo cuando yo regresaba de trabajar en Palu, en la isla de Sulawesi, azotada recientemente por un terremoto y tsunami.
El contraste me resultaba extrañísimo, surrealista.