El tenis femenino vivió en 2018 uno de los años más turbulentos que ha tenido en su historia reciente.
La mayoría de los aficionados, excluyendo los fanáticos de la raqueta, no recuerdan quiénes fueron las ganadoras (*) de los cuatro grandes torneos de la temporada, pero es posible que mencionen el regreso de Serena Williams tras su maternidad, su traje de pantera negra en Roland Garros o su airada reacción en la final del Abierto de Estados Unidos.
No sería extraño que también surja el nombre de Alize Cornet, penalizada por cambiarse su camiseta en pleno partido en Nueva York.