Los primeros resultados indican que no habrá un tsunami azul a favor de los demócratas en las elecciones de mitad de período de este martes en Estados Unidos.
Si bien Donald Trump no estaba en las papeletas, estos comicios se presentaron como un referendo de su labor como presidente del país.
La mayoría de los colegios electorales ya cerraron, aunque el conteo de votos sigue adelante y por tanto los datos son todavía preliminares.
Demócratas y republicanos buscan los votos para tener el control de las dos cámaras del Congreso, el cual tiene un papel clave en el futuro del gobierno de Trump.
Los demócratas esperaban lograr la llamada "ola de mitad de periodo", una victoria opositora en las elecciones legislativas que históricamente ha cambiado el mapa político de EE.UU.
Pese a que los demócratas parece que recuperarán el control la Cámara de Representantes que perdieron en 2010, el Partido Republicano probablemente mantendrá la mayoría en el Senado.
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Primera reacción de la Casa Blanca
"Estamos muy cómodos donde estamos", le dijo la portavoz de la Casa Blanca Sarah Sanders al canal conservador Fox News.
Sanders sugirió a los votantes que pongan atención en las contiendas en las que Trump intervino con mítines de campaña, incluida su participación en Tennessee donde la republicana Marsha Blackburn está cerca de ser declarada victoriosa.
Sanders prevé que este miércoles "gran parte del crédito vaya al presidente, que hizo campaña por ellos".
La portavoz también le dio crédito a Trump por ayudar a asegurar la victoria para el Senado del republicano Mike Braun en Indiana al celebrar allí un mitin.