Donald Trump ha tenido una relación turbulenta con varios artistas antes y después de asumir la presidencia de Estados Unidos.
Y, desde el 2016, la lista de cantantes y bandas que le han exigido a Trump dejar de utilizar sus canciones en eventos políticos solo ha aumentado.
En una carta enviada a Donald Trump la semana pasada, el músico Pharrell Williams le prohibió al presidente estadounidense usar en sus actos públicos su canción ‘Happy’ (feliz, en inglés), así como el resto de sus composiciones.
"El día del asesinato masivo de once seres humanos en una sinagoga a manos de un nacionalista loco, usted hizo sonarla canción ‘Happy’ ante el público de un evento político en Indiana", dice el documento enviado por los representantes de Williams.
"No hubo nada ‘feliz’ respecto a la tragedia infligida a nuestro país el sábado y no se había concedido permiso para el uso de esta canción para este propósito", destaca el mensaje.