Todo comenzó el lunes con un paquete sospechoso enviado al multimillonario George Soros.
Y continuó con envíos similares dirigidos a otras destacadas figuras públicas de Estados Unidos e incluso medios de comunicación: desde políticos demócratas como el expresidente Barack Obama o la antigua secretaria de Estado Hillary Clinton, hasta el actor Robert De Niro o la cadena CNN.
Por suerte, las autoridades lograron interceptar estos paquetes antes de que llegaran a sus destinatarios. Pero lo que hallaron en ellos ha sacudido al país a poco más de una semana de las elecciones de mitad de periodo.
"Hasta ahora, los dispositivos (hallados en algunos paquetes) parecen ser bombas de tubo", señaló el agente del FBI Bryan Paarmann.
El FBI junto al servicio secreto y la policía están buscando a los responsables del envío de al menos 10 paquetes sospechosos, informa la agencia AFP.
Políticos de todos los ámbitos consideran que se trata de un acto de "terrorismo" y los demócratas acusan al presidente Donald Trump (republicano) de incitar a la violencia, pues los destinatarios de estos envíos son figuras que han estado en el punto de mira de las críticas del mandatario.