Cuando el adolescente holandés Boyan Slat se bañó en el mar en Grecia hace siete años, se sorprendió al ver más plástico que peces.
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Quedó tan consternado por la contaminación que pronto comenzó a hacer campaña por la limpieza de los océanos.
Durante mucho tiempo, pocas personas lo tomaron en serio. No era más que un universitario irresponsable, con una idea descabellada que seguramente nunca funcionaría.
Pero este sábado, respaldado por una gran inversión y un ambicioso trabajo de ingeniería, un enorme sistema de recolección de plástico saldrá desde la bahía de San Francisco (oeste de EE.UU.) en ruta hacia la gran isla de basura del Pacífico, ubicada entre California y Hawái.
- La preocupante velocidad a la que está creciendo la gran isla de basura del Pacífico que ya tiene tres veces el tamaño de Francia
- ¿A dónde va el plástico que tú arrojas al océano?
Hasta ahora, el foco de las campañas para recolectar basura plástica ha estado en las playas, y ha consistido básicamente en reunir voluntarios alrededor del mundo para recoger bolsas y botellas de las costas.
Pero nunca antes alguien había ido más allá: a tratar de limpiar el océano desde dentro.
https://www.youtube.com/watch?v=O1EAeNdTFHU
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Algunos expertos se muestran escépticos con la iniciativa. Y, a pesar de las pruebas en el mar y las simulaciones digitales, nadie sabe si el experimento funcionará.
Por un lado, algunos piensan que podría ser una distracción del problema más apremiante: detener el vertimiento de plástico al mar. Por otro, temen que la operación pueda causar un daño grave a la vida marina.
Pero Boyan y su equipo de la organización sin fines de lucro The Ocean Cleanup están convencidos de que la enorme cantidad de plástico en los océanos demanda acciones inmediatas.
¿Qué intentan hacer?
Su objetivo es el Pacífico oriental, en especial la gran isla de basura del Pacífico, donde las corrientes circulares han concentrado una gran cantidad de plástico en una sola área amplia.