Ahora reluciente entre las nubes de vapor que envuelven la plataforma 9 y 3/4, el Expreso de Hogwarts tiene un lugar especial en los corazones de los fanáticos de Harry Potter.
Sin embargo, hubo un momento en que el único lugar al que este tren podía llamar hogar era un depósito de chatarra del sur de Gales, Reino Unido.
La locomotora que ahora descansa en el estudio Leavesden de Warner Brothers, al norte de Londres, alguna vez estuvo destinada para arder en un horno.
Dado de baja, abandonado y olvidado durante más de 17 años, el paradero final de este ferrocarril estaba originalmente lejos de la Escuela Hogwarts.
Pero la historia del GWR 5972 Olton Hall es tan encantadora como cualquiera de las contadas por JK Rowling.
Desechado como chatarra
Construido en 1937, en Swindon, en el suroeste de Reino Unido, el GWR 5972 integraba la red ferroviaria del corazón industrial de Gales en los años 40 y 50.
Olton Hall solía recorrer una de las rutas principales de Great Western Railways (compañía de trenes que une Londres con el suroeste de Reino Unido) hacia la estación de Paddington, en Londres.