Casi tres semanas después de meterse en problemas por sugerir que Tesla podría dejar de ser una empresa pública, Elon Musk se retractó y anunció que la compañía seguirá cotizando en bolsa.
A principios de agosto, Elon Musk sorprendió a los inversores al anunciar en Twitter que tenía fondos asegurados para convertir a la fabricante de autos eléctricos en una firma privada, por un valor de US$72.000 millones.
El desconocido potencial inversor, según Musk, iba a ser el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita, que posee ya el 5% de las acciones de Tesla, aunque no había alcanzado un acuerdo de privatización.
Pero ahora el empresario sudafricano se mantendrá en la dirección opuesta: "Dados los comentarios que recibí, es evidente que la mayoría de los accionistas de Tesla cree que estamos mejor como empresa pública", dijo Musk en un comunicado difundido el viernes.
¿A qué se deben estos cambios de postura del director ejecutivo de esta casa automotriz?
Demandas
El 7 de agosto, Musk dijo en Twitter que retirar la firma de la bolsa ayudaría a que Tesla ya no fuera presionada para tomar decisiones a corto plazo para apaciguar a los inversores.