Nunca he estado en un lugar con tantas señales de advertencia en las paredes. Ordenan el uso de vestidos protectores, guantes y máscara de aire. No llevo ninguno de estos.
También hay, según me informan, un riesgo de explosión. Sin mencionar los avisos de advertencia publicados en el exterior sobre serpientes y arañas venenosas.
En esta sala, en el puerto espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Kourou, Guayana Francesa, los ingenieros mezclan los ingredientes de un combustible sólido para cohetes.
"Es exactamente como hornear un pastel", dice David Quancard, director de operaciones de Ariane Group, que junto a la compañía italiana Avio, opera esta fábrica europea de combustible para cohetes. "Comienza como un líquido y luego lo cocinas".
A diferencia de un pastel común, aquí el proceso de mezclado es tan peligroso que tiene lugar detrás de gruesas paredes de concreto, en un edificio aislado rodeado de jungla tropical.
Las operaciones se controlan remotamente desde un fortín a varios cientos de metros de distancia, y toda el área está rodeada por vallas de seguridad, alambre de púas y atalayas.
Los cohetes de combustible sólido se usan normalmente en misiles, como el Trident ICBM o el Exocet francés, y como impulsores para lanzadores más grandes, como los que están sujetos a un transbordador espacial.
El combustible fabricado aquí en el puerto espacial de Kourou impulsará cohetes diferentes.
Unos son los impulsores para el lanzador gigante Ariane 5, diseñado para grandes naves espaciales como satélites de comunicaciones y misiones en el espacio profundo.
Los otros son las primeras tres etapas del Cohete Vega: utilizado para elevar cargas más pequeñas hacia la órbita baja de la Tierra.
"Sólido pero suave"
"Los combustibles de cohetes sólidos se parecen un poco al caucho, sólido pero suave", dice Quancard. "Tienes una gran torta de propulsor que se quema desde el núcleo interno hacia el exterior para producir impulso".
Sin válvulas internas, tubos ni piezas móviles, la tecnología funciona bajo el mismo principio que un fuego artificial: lo enciendes y vuela.
Una vez que está encendido, no puedes detenerlo. Esa es una de las razones por las que el combustible debe fabricarse aquí en el sitio de lanzamiento. Se considera demasiado peligroso enviar los combustibles sólidos a través del Atlántico desde Europa continental.
El mezclador utilizado para combinar los ingredientes del combustible es uno de los más grandes del mundo, y se parece al tipo de máquina que puede encontrarse en una panadería industrial. Sus múltiples cuchillas, que giran entre 500 y 1000 veces por minuto pero nunca tocan los lados para evitar el riesgo de chispas, mezclan lotes de 12 toneladas de propulsor a la vez.