El dasyurus del norte de Australia está en peligro de extinción y gran parte de la culpa culpa la tiene la misma especie. O, al menos, su apetito.
Este marsupial carnívoro se alimenta de un tipo de sapo introducido en Australia a principios del siglo XX. Se trata por tanto de una especie invasora denominada "sapo de caña".
Lo curioso es que su carne es venenosa para los dasyurus, por lo que está acabando con estos animales nocturnos parecidos a las ardillas.
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Pero su propia especie puede salvarlos.
Científicos descubrieron que hay un grupo de dasyurus que han vivido aislados y que rechazan la carne que pone en peligro su existencia.
Ahora, quieren transmitir este rechazo a los ejemplares que se encuentran en el norte del país.
Flujo genético dirigido
Investigadores de la Universidad de Melbourne, en Australia, descubrieron que esta falta de interés por la carne venenosa del anfibio invasor es algo hereditario.
Así que, para salvar a estos animales en peligro, modificaron su genética usando la técnica de flujo genético dirigido que intenta impulsar el rasgo genético que protege a una especie dentro de la misma.
Y está empezando a dar resultados.
Lo que hicieron fue superpoblar otras zonas de Australia con ejemplares de dasyurus que rechazan la carne venenosa para que comenzaran a reproducirse y, así, transmitieran el gen que determina un apetito diferente.