Se trata de una "carrera contra el tiempo".
Así describe el primer ministro nipón, Shinzo Abe, la situación por la que atraviesa Japón, tras días de precipitaciones récord en el oeste del país que provocaron graves inundaciones y desprendimientos de tierra.
Las fuertes lluvias han dejado más de 80 muertos, según la prensa local, y docenas de personas están desaparecidas.
Los equipos de rescate trabajan a contrareloj para salvar a aquellos atrapados por las lluvias torrenciales.