Erika Guevara-Rosas pasa de un tema a otro y suena cada vez más preocupada.
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La directora para las Américas de la organización defensora de derechos humanos Amnistía Internacional denuncia por ejemplo una "maquinaria represiva" impulsada por el gobierno de Donald Trump contra los derechos de inmigrantes en Estados Unidos.
Afirma que medidas como la separación de familias inmigrantes o la salida del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas restan a EE.UU. "toda la legitimidad para poder condenar violaciones a los derechos humanos en otros países".
Pero, en entrevista con BBC Mundo, también critica las respuestas "tímidas" de países de América Latina al trato que reciben sus ciudadanos en EE.UU. o ante otros problemas de derechos humanos en la región: "El que se atreva a condenar sabe que tiene sus propios esqueletos en el clóset".
Y pide apoyo para esclarecer las "gravísimas violaciones" de derechos humanos cometidas en la crisis de Nicaragua y poder llevar a sus perpetradores ante la justicia, "incluido al presidente" Daniel Ortega".
"Lo que está experimentando la región de las Américas es una grave regresión en materia de derechos humanos", sostiene Guevara-Rosas.
A continuación, una síntesis de la charla telefónica con esta abogada de derechos humanos:
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Usted equiparó la política del gobierno de EE.UU. de separar niños inmigrantes de sus padres con la tortura y pidió terminarla. ¿Está satisfecha con la marcha atrás que dio luego el presidente Trump?
Lamentablemente lo que hemos visto con el gobierno del presidente Trump es una suerte de simulación frente a ciertas presiones que se generan ante las políticas públicas que están desarrollando, que son violatorias de los derechos humanos.
Y esta no ha sido la excepción. El 20 de junio firma una orden ejecutiva que supone poner fin a la separación de familias, pero lo que sucede es que da una orden para que siga el tema de detención de familias. Habrá una situación de detención colectiva, lo que para nosotros continúa con una gravedad frente a las políticas de migración que terminan siendo violatorias de los derechos humanos e inclusive de los derechos a solicitar asilo a los EE.UU.
¿Qué opina del nuevo plan del gobierno de EE.UU. de poner hasta 20.000 niños migrantes en bases militares?
Estos anuncios de que inclusive el Pentágono acepta la detención de niños y niñas migrantes en bases militares resultan totalmente violatorios no solo de las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos de los EE.UU., pero también de la legislación nacional.