La renuncia de los 34 obispos chilenos fue un movimiento sin precedentes que sumió a la Iglesia católica del país en la que es seguramente la peor crisis de su historia.
La decisión llegó después de tres días de reunión en el Vaticano en los que el papa Francisco les informó sobre los resultados de la investigación de la Santa Sede sobre el caso de presunto encubrimiento por el obispo Juan Barros de los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Fernando Karadima.
BBC Mundo explica en cinco claves cómo la jerarquía eclesiástica chilena llegó hasta este punto.
1. Cuál fue el caso de abusos de Karadima
Fernando Karadima desarrolló su carrera como sacerdote en la parroquia El Bosque, en la comuna de Providencia, en el noreste de Santiago, uno de los barrios más exclusivos de la capital chilena.
Tanto la justicia ordinaria como la eclesiástica lo consideraron responsable de abuso sexual de menores cometidos durante las décadas de 1980 y 1990.
A finales de 2003, el cardenal Francisco Errázuriz recibió una queja formal, pero trató de persuadir a los agraviados de retirar las acusaciones.