El Parlamento catalán en Barcelona llevaba 83 días vacío. El único trabajo que ha tenido lugar allí ha sido el de los limpiadores para evitar las telarañas.
El recinto se llenó en octubre con cantos separatistas de celebración cuando el gabinete cantaba victorioso tras su ilegal declaración de independencia de España.
Desde entonces, el único momento en que se usaron las sillas de terciopelo rojo de los diputados fue para una visita escolar, en el que los niños recorrían el fantasmagórico edificio mientras escuchaban historias del pasado y sobre la turbulencia actual.
Los legisladores catalanes regresaron este miércoles para la reapertura del Parlamento, luego de ser disuelto por el gobierno español tras la controvertida declaración de independencia firmada por el entonces presidente catalán Carles Puigdemont y 72 parlamentarios el 10 de octubre pasado y las elecciones anticipadas que ante ello convocó Madrid en diciembre.