Sabemos que los gérmenes son residentes habituales de billetes, celulares, teclados y otros objetos cotidianos que, por ende, tendemos a limpiar con cierta frecuencia o usar con cuidado.
De hecho, muchos de los lugares donde uno espera encontrar más gérmenes, como el asiento del baño, están más limpios de lo que parece, según el microbiólogo Charles Gerba, de la universidad estadounidense de Arizona, porque mucha gente los limpia antes de usarlos.
Y al contrario, hay objetos de nuestro día a día que pasan más desapercibidos ante nuestros ojos y ante los trapos de quienes los limpian.
Aunque hay patógenos como el E. coli y la salmonella potencialmente letales, afortunadamente la gran mayoría de las bacterias, virus y otros microbios con los que nos encontramos a diario tienden a ser inofensivos para nuestra salud o contagiar infecciones leves o diarreas, que algunos dirán que nos hacen más fuertes.
En todo caso, estos son algunos de los lugares más contaminados que quizás menos te esperabas.
1. Un botón particular
Según Gerba si utilizas transporte público para ir al trabajo es seis veces más probable que enfermes que si caminas o conduces, porque entras en contacto con muchas más personas y sus correspondientes gérmenes.