Antonio Valencia, leyenda del fútbol ecuatoriano y exjugador del Manchester United, ha encontrado en su vida post fútbol un propósito aún más poderoso: rescatar a jóvenes de la violencia a través del deporte. Desde 2022 lidera el Club Deportivo Tumbaco AV25, un proyecto con alma, que va más allá del balón y se enfrenta a uno de los mayores flagelos del país: la inseguridad.
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“A mí me motivó mucho dar un poco de lo que me ha dado el fútbol”, declaró ‘Toño’ Valencia en el lanzamiento de la indumentaria de su equipo el pasado miércoles. Pero su objetivo es más profundo. “Esta nueva aventura fue pensada para salvar vidas en un país con un problema de seguridad inmenso”, sentenció.
Una frase que lo cambió todo
En su testimonio más impactante, Toño recordó un momento que le partió el alma:
“Un chico nos pidió que no lo botáramos del club, porque si no tenía que volver a su pueblo y decidir de qué bando criminal iba a ser”.
Esa frase resume la cruda realidad que viven miles de jóvenes en Ecuador. Para Valencia, cada entrenamiento, cada comida y cada oportunidad es una batalla ganada contra las pandillas. “No es fácil alimentarlos ni ver cómo estudian... pero eso me motiva todos los días para levantarme con pie derecho”, confesó en entrevista con EFE.
El sueño: ascender a la Serie B
Con el AV25, Valencia no solo quiere formar futbolistas. Quiere formar ciudadanos de bien. En poco tiempo, su club participó en la Copa Ecuador, y ya cuenta con un complejo deportivo con dos canchas propias. “Los chicos se sienten en casa, más felices, y eso es clave para que no regresen a entornos peligrosos”, explica.
Inspirado en Independiente del Valle
El proyecto AV25 se inspira en un modelo exitoso: Independiente del Valle. “Tienen más de 300 chicos viviendo en su complejo. Son campeones en varias categorías y aportan más de diez jugadores a la selección. Además, tienen uno de los mejores colegios dentro de su centro deportivo”, elogió Toño.
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Para Valencia, el cambio en el fútbol ecuatoriano es evidente desde las generaciones que jugaron los Mundiales de 2002 y 2006. “El jugador ahora trabaja más en lo mental, en lo físico. Se prepara mejor”, afirma.
Caicedo, Estupiñán, Hincapié y Pacho: el legado que sigue
Los frutos están a la vista. Figuras como Moisés Caicedo, Willian Pacho, Pervis Estupiñán y Piero Hincapié, todos formados en clubes del país, representan esta nueva mentalidad. Y Valencia quiere que muchos más sigan ese camino, no solo para brillar en Europa, sino para escapar de la violencia.