Olimpiadas Especiales Ecuador cumple 45 años de servir al deporte nacional. Su presidente, Héctor Cueva, señala que el 60% de su vida se ha dedicado a trabajar por los deportistas que presentan alguna discapacidad y que ponen la bandera del país en lo más alto con su esfuerzo.
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“Debemos trabajar unidos como país. Siempre hemos ayudado con pasión a las personas con discapacidad intelectual. Hace 45 años no se visualizaba a estas personas en Ecuador. En más de cuatro décadas hemos organizado 22 Juegos Nacionales. También hemos hecho juegos provinciales, mundiales, mundiales de invierno, panamericanos y hemos estado en el campeonato mundial de fútbol unificado”, comparte Cueva.
El presidente no se olvida cuando visitaban las escuelas de educación especial llenas de olvido. No había pupitres ni baños. En 2003, Olimpiadas Especiales saca a flote el proyecto ‘Pintando un futuro mejor’, junto al maestro Oswaldo Guayasamín.
Los niños pintaban temas de Navidad y eso se plasmaba en tarjetas. “Con este trabajo en todo el país, sacamos los fondos para construir las escuelas. Hoy tenemos 16 de ellas en educación especial donde estudian 2300 chicos de manera gratuita. Ahora tenemos 18 mil deportistas registrados a nivel de país. Yo siempre he pensado que las personas con discapacidad tienen cosas que nosotros no. Son más solidarios, más humanos, más fuertes”.
Este año las Olimpiadas trabajan en el proyecto ‘Abre tus Ojos’. Junto con la Federación de Optometristas del Ecuador hacen exámenes en las escuelas y dan lentes a los chicos que necesitan.
En 2025 habrá la semana del fútbol donde los 10 países de la Conmebol desarrollan torneos para las personas con discapacidad. Aquí también colabora la FEF.
Uno de los recuerdos más lindos para Héctor Cueva gira en torno al campeonato de fútbol unificado 2018. “Fue un torneo en Chicago. Estuvimos 16 equipos del mundo, nosotros fuimos con nueve deportistas y con seis atletas del Independiente del Valle. Ese año quedamos campeones mundiales”, recuerda el principal de Olimpiadas Especiales.
La inauguración de la primera escuela cerca al estadio del Aucas fue el inicio de este sueño hecho realidad. “El deporte cambia la vida. Cuando los chicos entran a las Olimpiadas Especiales, vuelven a nacer. Nos han quitado la luz por razones fuertes, pero nunca la esperanza”, culmina el presidente Cueva.