El 3-0 parece ser lapidario y la ambición de milagro parece que no termina de motivar a Independiente del Valle. La hinchada de Liga de Quito lo dejó claro en el estadio Banco Guayaquil.
En Chillo Jijón el ambiente se fue prendiendo a medida que se acercaba el silbatazo inicial. Pero los Rayados les faltó ímpetu a pesar de ser locales.
En el sector asignado para los visitantes, un puñado de lingüistas hicieron sentirse con sus constantes barras, las cuales demostraron la jerarquía de la Muerte Blanca.
Por pocos instantes los de Sangolqui se apoyaron en sus bombos y platillos para hacer bulla, pero eran opacados por los que ya se sentían campeones.
El enfrentamiento de vuelta será a las 15:30, donde Pablo Sánchez repitió la misma alineación que le permitió cultivar el 3-0 en el Rodrigo Paz Delgado.